jueves, 22 de septiembre de 2011
Adaptar un teléfono antiguo para usarlo en casa
Ayer encontré un teléfono antiguo. Es uno de esos que te daba Telefónica durante los años 50 y 60 cuando ponías línea en casa, el modelo "Heraldo" de rueda
El problema, por lo que lo desecharon, es que al no tener por aquel entonces línea de teléfono las casas, conectaban directamente de la línea exterior al aparato. Hoy en día, los teléfonos usan una clavija llamada rj-11, similar a la del ADSL, ¡sin embargo, se puede empalmar los cables del teléfono a un rj11, y usarlo como cualquier aparato moderno!
Aquí se conectaba el teléfono a la línea exterior. Se puede decir que es el equivalente antiguo al rj11
El código de colores que usan estos teléfonos, es el alemán. Los rj-11 suelen usar el antiguo. Si os fijáis, marrón y verde están unidos por una chapa. Si no se unen, no sonará el timbre
Cortar el cable de la línea, y pelar los tres cables (blanco, marrón y verde). Hay que unirlos de la siguiente forma:
Blanco --> conectar a rojo de rj11
Marrón --> conectar a verde de rj11
Verde --> conectar a negro de rj11
Y con un trozo de cable (yo usé un trozo de blanco, que estaba suelto en la clavija antigua), se hace un puente del marrón al verde, para el timbre.
El amarillo del rj11 no se usa, ya que es el de conferencia, entonces no le conectamos nada
Se cierra, y admira el resultado:
Sólo queda conectar, y disfrutar: a mi me ha dado línea a la primera, y funciona de lujo. Pese a que estuvo casi 30 años cogiendo polvo en un armario. Lo abrí para ver si necesitaba limpieza, pero como se ve, está inmaculado
martes, 13 de septiembre de 2011
Noviembre
Noviembre de 2008. Ella tiene fotos humor en la pared, dos carteles inquietantes junto a la cama, un bajo, y una pasión que no es humana. Yo estoy perdido, y me siento como un barco en su dársena, lejos de las tormentas.
Y en medio ella desaparece, pero una tarde, lanzo un mensaje y ella me contesta. Nos vemos en la ciudad de la playa y los hoteles de lujo. Siento como si me hubieran salvado
Noviembre de 2009. Hay muchos gritos, y mucha pena. Ella quiere una familia nueva, y su hogar es una cama cómoda, un sofá junto al escritorio, un reloj londinense de imitación, y una pequeña e incomoda cocina. Ella se enfada cuando tiene que dormir sola, y yo adoro hacerme de rogar.
Y en medio, su antiguo amor aparece en la ciudad de la playa y los hoteles de lujo, y lo llevo a su lado disfrazándome del fotógrafo que se la llevó antes que yo. Pero ella vuelve, y entonces todo es mejor. Quiero vivir en su cama para siempre
Noviembre de 2010. Ella no está. Es un pájaro migratorio, y huye del frío de mi ciudad. Estoy perdido, no entiendo porque su casa está vacía de ella, porque no puedo verla en la calle. No hace demasiado que nos vimos en otra ciudad, como si fuera un turista. Ella quería que emigrara con ella, y yo no sentía que era mi lugar. Cuanto me podré arrepentir de esa decisión. Me puede la ira y el orgullo, y le digo que esta es la definitiva.
Noviembre de 2011. Ella es todo lo feliz como se puede ser. Está arropada por amor, no escucha más gritos, y se oyen campanas de boda.
Y en medio, me abrazo a la ausencia que dejaría en la cama. Estoy atrapado, muriendo día a día, convirtiéndome en veneno. No podré verla nunca más. Sólo puedo recordar su voz. Ella no puede verme, porque su nuevo mundo es demasiado delicado. Soy una locomotora que arrolla todo a su paso. Nunca más sabré de ella. Se acabaron las ciudades con playa, el sexo con teatro, los viajes en coche con café apestoso, la tragicomedia interminable.
Y yo me termino de consumir, como una vela vieja, cuya llama baila febril termina de quemar la mecha, esperando a morir. Ella dice que puedes crear tu paraíso en la tierra. ¿Pero que pasa cuando ya lo has vivido?. Yo estoy muerto, pero he vivido todo lo que miles de vidas sobre esta tierra podrían experimentar ¿Sabrá ella qué es eso? -Seguro que si. ¿Puede ella entender lo que me supone no saber nunca más de ella? -Lo dudo. Sin embargo, sonrío. Ella es más lista, puede vivir muchos más años que yo. Sabe montárselo mejor.
Pero Dios, no cambiaría el haberla conocido por nada que exista en este universo. Ni siquiera quisiera que me arrancaran este dolor. Este es ese dolor, es lo que me queda de ella.
Sólo espero que su marido le de amor sin conflicto, le haga olvidarse de un viejo motero toxico y consumido, que cojea y sólo tiene recuerdos. Pero lo peor es que es todo lo que quiere. Sólo me pueden tener lástima quienes no sepan lo inmensamente feliz que he sido a su lado. Ja, me río de ellos.
Pero todas las noches, antes de dormirme entre pesadillas, pienso: "No la veré nunca más -es otro el que duerme a su lado"
Noviembre de 2012 .... ?
Y en medio ella desaparece, pero una tarde, lanzo un mensaje y ella me contesta. Nos vemos en la ciudad de la playa y los hoteles de lujo. Siento como si me hubieran salvado
Noviembre de 2009. Hay muchos gritos, y mucha pena. Ella quiere una familia nueva, y su hogar es una cama cómoda, un sofá junto al escritorio, un reloj londinense de imitación, y una pequeña e incomoda cocina. Ella se enfada cuando tiene que dormir sola, y yo adoro hacerme de rogar.
Y en medio, su antiguo amor aparece en la ciudad de la playa y los hoteles de lujo, y lo llevo a su lado disfrazándome del fotógrafo que se la llevó antes que yo. Pero ella vuelve, y entonces todo es mejor. Quiero vivir en su cama para siempre
Noviembre de 2010. Ella no está. Es un pájaro migratorio, y huye del frío de mi ciudad. Estoy perdido, no entiendo porque su casa está vacía de ella, porque no puedo verla en la calle. No hace demasiado que nos vimos en otra ciudad, como si fuera un turista. Ella quería que emigrara con ella, y yo no sentía que era mi lugar. Cuanto me podré arrepentir de esa decisión. Me puede la ira y el orgullo, y le digo que esta es la definitiva.
Noviembre de 2011. Ella es todo lo feliz como se puede ser. Está arropada por amor, no escucha más gritos, y se oyen campanas de boda.
Y en medio, me abrazo a la ausencia que dejaría en la cama. Estoy atrapado, muriendo día a día, convirtiéndome en veneno. No podré verla nunca más. Sólo puedo recordar su voz. Ella no puede verme, porque su nuevo mundo es demasiado delicado. Soy una locomotora que arrolla todo a su paso. Nunca más sabré de ella. Se acabaron las ciudades con playa, el sexo con teatro, los viajes en coche con café apestoso, la tragicomedia interminable.
Y yo me termino de consumir, como una vela vieja, cuya llama baila febril termina de quemar la mecha, esperando a morir. Ella dice que puedes crear tu paraíso en la tierra. ¿Pero que pasa cuando ya lo has vivido?. Yo estoy muerto, pero he vivido todo lo que miles de vidas sobre esta tierra podrían experimentar ¿Sabrá ella qué es eso? -Seguro que si. ¿Puede ella entender lo que me supone no saber nunca más de ella? -Lo dudo. Sin embargo, sonrío. Ella es más lista, puede vivir muchos más años que yo. Sabe montárselo mejor.
Pero Dios, no cambiaría el haberla conocido por nada que exista en este universo. Ni siquiera quisiera que me arrancaran este dolor. Este es ese dolor, es lo que me queda de ella.
Sólo espero que su marido le de amor sin conflicto, le haga olvidarse de un viejo motero toxico y consumido, que cojea y sólo tiene recuerdos. Pero lo peor es que es todo lo que quiere. Sólo me pueden tener lástima quienes no sepan lo inmensamente feliz que he sido a su lado. Ja, me río de ellos.
Pero todas las noches, antes de dormirme entre pesadillas, pienso: "No la veré nunca más -es otro el que duerme a su lado"
Noviembre de 2012 .... ?
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