sábado, 3 de julio de 2010

Huelga general

Estamos en un momento de huelga general, al menos en teoría, porque en lo que es mi región no se nota apenas. Esta huelga a sido convocada por los principales sindicatos del país.

Bien, esto me lleva a un par de pensamientos. El primero es la validez de los sindicatos para defender los intereses de los trabajadores, cuando con su continuo "pacto social" han acuchillado por la espalda continuamente al trabajador. No existe una cosa como consenso social. El empresario SIEMPRE vivirá de explotar al trabajador. La patronal es un enemigo, no se puede ceder ni un milímetro a sus exigencias. No hay excusa de que se marchen. Si ellos amenazan, es que los sindicatos son demasiado débiles para hacerles frente, o peor aun, que es lo que esta ocurriendo: Los sindicatos trabajan del lado del gobierno por los intereses de la patronal, y no para garantizar los derechos sociales tan duramente ganador por la lucha obrera, que permitían la supervivencia del estado del bienestar.

Ya no existe estado de bienestar, sin el miedo a los países socialistas tras la caída de la URSS en 1991, no tiene sentido para los estados garantizar la felicidad de los ciudadanos. Es mas rentable utilizar un estado-papa que controla todo, y en el que los ciudadanos seamos una molestia, y en ello, los sindicatos han tenido un papel fundamental.

La huelga general no es mas que fachada. Nunca se va a conseguir nada. En Grecia la lucha es feroz, pero ni se plantea a nivel europeo el subir impuestos a las tasas mas altas, y eliminar los recortes de derechos básicos. Es necesaria para esta nueva era que la falsa democracia pierda su mascara, y pasemos a una era de abierto fascismo parlamentario, que siempre ha estado latente, pero camuflada.

Los sindicatos, los partidos políticos que no se oponen al proyecto Europeo, y siguen el "juego democrático" no son fiables. El ciudadano esta solo, y es imperante el organizarse para luchar.

Aunque llegue un momento en el que sea necesario plantearse acciones a gran escala, no hace falta que todo el mundo sea un gran revolucionario.

La llamada es simple: Pinta con spray los radares anti velocidad, elimina los badenes ilegales, tapa cámaras de seguridad que graban las calles, oponte a cualquier ley nueva que criminalize al ciudadano. Organiza lucha trabajadora a nivel de empleados, no te fíes de los grandes sindicatos. Toda pequeña acción de rebeldía puede animar a otras personas a hacer lo mismo. Lo importante no es la acción en si, sino el evitar ESTANCARSE y dormirse. No hay que ponérselo fácil al fascismo

Si entiendes ingles, este libro puede ser de gran ayuda.

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